Cómo convertir los sueños de tu equipo en realidad


Cómo convertir los sueños de tu equipo en realidad

¿Qué separa a los entrenadores que tienen éxito de los que viven sus vidas sintiendo que las cosas podrían haber sido mejores?

Pregúntale a cualquier entrenador verdaderamente exitoso por qué lo logró y todos te dirán que tenían un sueño, una visión para su futuro. 

Aquellos que son entrenadores y líderes exitosos han podido compartir ese sueño con otros con tanta convicción que los han convencido a que se unan a ellos en su búsqueda para lograr ese sueño.

¿Cualquier entrenador puede lograr sus sueños? Tener una estrategia clara puede ayudarte a hacer realidad tu sueño. 

No es ciencia ni magia. 

Da los siguientes pasos y cumple tu sueño. Hazlo tu realidad.

El primer paso es entender que para lograr el éxito debes tomar acción. La inercia es la razón más común de la falta de éxito.

¿Cuál es tu sueño? ¿Tus metas para el futuro? ¿Qué quieres lograr con tu equipo en la próxima semana? ¿mes? ¿año? ¿5 años? ¿Por qué te gustaría que la gente te recordara después de que hayas dejado este mundo?

Piensa en grande, desafíate a ti mismo. ¡Alcanza las estrellas!

Se claro acerca de dónde te encuentras ahora. Revisa tus fortalezas y áreas de desarrollo.

¿Qué necesitas hacer para eliminar la brecha entre tu sueño y la realidad?

Prioriza: busca victorias rápidas, considera aquellas cosas que tendrán el máximo impacto a largo plazo. Construye bases sólidas, piensa a futuro.

Establece objetivos desafiantes pero realistas. Siempre apunta alto.

Comunica la visión a tu equipo y asegúrate de que todos los jugadores entiendan y compartan la misma visión.

¿A quién necesitas involucrar? ¿Cómo estarás seguro que se mantienen comprometidos con la visión?

Piensa en el lenguaje que usas: habla en positivo, si los demás creen que estás seguro de que pueden lograrlo, también ganarán confianza. 

Desarrolla una mentalidad de "puedo hacerlo" dentro de tu equipo. 

Recuerda siempre que para cada problema hay una solución, anima a otros a verse a sí mismos como solucionadores de problemas, no como dadores de problemas.

Divide cada prioridad en pequeños pasos alcanzables, involucra a tu equipo.

¿Quién necesita hacer qué, para cuándo? Es muy importante establecer fechas y un horario.

Identifica las funciones y responsabilidades de todo el equipo; asegúrate de que los jugadores se responsabilicen sin crear un enfoque de hacer "trabajos que valgan la pena".

Asegúrate también que estén debidamente capacitados y que la información se actualice constantemente.

Integra el proceso de supervisión y revisión desde el principio para que puedas evaluar el rendimiento y estar preparado para hacer los ajustes necesarios. 

Al crear una cultura de desarrollo en lugar de culpar, se liberará un enorme potencial.

¡Celebra el éxito! y recuerda agradecer a tu equipo por su contribución, dar crédito donde corresponda y ser generoso con ellos.

Desarrolla la honestidad profesional dentro de tu equipo, la retroalimentación constructiva puede ser invaluable.

Finalmente, deja atrás tu ego, ya que simplemente se interpondrá en el camino de tu éxito.